Hay muchos que se aterran porque las mujeres piensen y se expresen, elevan a nivel satánico y diabólico el mero hecho de decir que una mujer es una persona libre pensadora. Es normal hacernos a idea de que una niña es frágil y princesa en cambio un niño o un joven es fuerte y valiente.
Cuidado te engañas leyendo este artículo o te invaden las ideas de que estas mamás son de izquierdas y feministas, nosotros creemos que esas polémicas son antiguas, que estamos viviendo realidades muy difíciles en nuestro país como perder el tiempo en cosas absurdas, que más vale que nos pongamos de acuerdo y avancemos.
Históricamente las mujeres del Ecuador han sido el sostén económico y afectivo de la familia (núcleo de la sociedad), entonces, porque aún no tenemos ni espacio ni voz. Podemos ver en tiempo real prácticamente cualquier ciudad del mundo pero no sabemos o no queremos reconocer lo que pasa en nuestro país desde hace décadas.
El acceso a la educación y a la profesionalización de mujeres, es una tarea pendiente. No se debe perder más tiempo ni dejar espacio para que la violencia, la corrupción y la pertenencia a bandas organizadas inunden nuestros hogares y perjudiquen a nuestros hijos.
En nuestro país existen excelentes profesionales, personas con talento, integridad y honestidad, que eso sea nuestra bandera y no lo que nos quieren imponer arrastrándonos a banderas políticas que nunca han participado activamente en la resolución de problemas estructurales en nuestro país.
Ahora más que nunca el rol de nuestras mujeres es importante, nuestra voz es importante porque como madre no quiero que mis hijas sean princesas, ni guapas, simplemente queremos que personas, que puedan caminar por las calles del país sin miedo, que no estén expuestas a la trata de personas y que tengas oportunidad para desarrollarse como personas y como lo que realmente decidan ser.
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