Mamás en el Exterior


    Después del 16-A, 

    El 16 de abril de 2016, cambio la vida de muchos ecuatorianos, pero la adversidad despertó una respuesta espontánea, valiente y poderosa que destaca dentro de esta gran catástrofe.

    Las perdidas humanas son irreparables, por eso, precisamente por esas vidas que no están, se tiene que reconstruir Ecuador con esa misma valentía y fuerza que hemos demostrado en días pasados.

    La mayor consigna, sea que residas en Ecuador o no es que la catástrofe ha servido para borrar una brecha, para unir continentes y personas que jamás se imaginaron juntas.

    En el exterior con el mismo sentimiento de tristeza por nuestros recuerdos y nos nuestros afectos que este terremoto se llevó, nace la fuerza. Al estar lejos, al sentimiento desolación se suma un gran sentimiento de impotencia por no poder estar allí con los nuestros para poder abrazar a nuestra madre, nuestra hermana, nuestra hija, nuestros abuelos o por lo menos estar cerca.





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