lunes, 12 de febrero de 2018

Antes de ser mamá.


    Evidentemente, todas las mamás ecuatorianas hemos sido hijas y hemos sido jóvenes, aunque muchas veces nuestras hijas e hijos piensen que nos trajo la Pinta, lNiña y la Santa María. 
A estas alturas, de la leva del 80, delante de mis  hijos de 4 y 7 años , muchas veces me toman como venida del paleolítico o que de mascota tenía un dinosaurio, acompañado de las risas cuando les digo: 
 !!!!cuando yo era pequeña no tenia tablet y no me aburría!!!!.

    Ubicadas en el tiempo, recordemos un poco de cuando éramos pequeñas, en mi caso soñaba con ver Los Picapiedra, pero muy pocas veces pude verlo porque a esa misma hora estaban las noticias. En aquella época, odiaba los noticieros y con el tiempo se volvieron más laxos, conseguí ver  "Mis adorables entenados" ,  "Simpson", digamos que mi vida  fue un poco mas divertida los fines de semana a partir de eso. 

    Hemos crecido viendo el Chavo del 8, Tico-Tico, Mazinger (ese era hermano), crecimos con bastante libertad y no existía mucho sentido del peligro. Jugábamos carnaval como si fuera el último día de nuestras vidas y realmente era todo a lo grande. Sin olvidarme de todas las artimañas para ir con el  Año Viejo a cuestas pidiendo "caridad para el viejo" a los vecinos y comerciantes de nuestro barrio. 

    Que contrastes tuvimos la oportunidad de vivir, pensábamos que estábamos ajenos a los problemas, vivíamos en barrios populares y todos éramos iguales viviendo las mismas carencias y construyendo nuestros recuerdos felices dentro la  adversidad. Montar en bicicleta, jugar a la rayuela o 
en la calle sin asfaltar descalzos era la mejor diversión, a pesar de  que muchos años después descubrí que vivía en un barrio considerado como uno de los más peligrosos de Guayaquil y que es muy fácil amar la tierra a pesar de que muchas veces esa tierra te haya maltratado duramente.

    Tampoco éramos conscientes que la escuela no era precisamente un remanso de paz donde encontrábamos protección, e igualdad porque la realidad que vivimos que vivir muchos en los ochentas es que a todos nos esperaba esa profesora armada de látigo de cuero y una regla para utilizarla sin discriminación y sin que nadie se interpusiera en su camino, el verdugo disfrazado de educación que a día de hoy todavía no me explico como esa educación basada en "la letra con sangre entra" fue la base de la educación durante décadas y aún hay gente que aún la añora. 

    Hoy conozco que el maltrato físico y psicológico afecta el desarrollo cognitivo infantil provocando déficits en el aprendizaje y que existen estudios que contradicen este tipo de prácticas, información que los activistas del castigo físico deberían leerse.  

    Recapitulando lo dicho,  fuimos hijas, construimos nuestros recuerdos felices, hicimos amigas y amigos, vivimos y crecimos valorando muchas cosas y sabiendo  que el mayor regalo es tejer recuerdos felices para la infancia.  

    Fabriquemos recuerdos valiosos para nuestros pequeños que serán su verdadero tesoro.




jueves, 8 de febrero de 2018

Propósitos de una mama Ecuatoriana en 2018

Comienza el 2018 y estamos llenas de energía. Seguramente hemos pasado unas fiestas maravillosas con nuestras familias.  Por supuesto, como todo año nuevo nos trazamos proyectos y comienza nuestra maquinaria de planificación para lo que deseamos realizar este 2018.

Lo cierto es, que la gran parte de nuestros proyectos se realizan en familia, como por ejemplo hacer un viaje o mejorar el nivel de ingles o matemáticas de nuestros hijos.

Hace unos días me dijo una gran amiga que deseaba tener mas trabajo, ella es profesora de clases particulares de refuerzo escolar. Hice una pausa para pensar en nosotras y el tiempo que llevamos  haciendo malabares para compaginar hijos y proyectos profesionales o personales.

Nos pondremos en marcha ya que en un abrir de ojos hemos pasado de largo enero y se comienza a masticar que este 2018 sera fugaz e intenso. Nunca es tarde para volver a estudiar o perfeccionarnos en lo que hacemos, puede ser el 2018 la mejor oportunidad para nosotras. Pero lo que me gustaría desear para las madres es un poco de tiempo y de espacio para concretar nuestros proyectos. Buena continuación!!!!

viernes, 19 de enero de 2018

Una mama ecuatoriana en apuros


    Ser una madre experimentada requiere mucho tiempo y dedicación. Pero también,  de innumerables ensayos, pruebas  y errores que pueden ser insignificantes para el común de los mortales, para nosotras nos pueden quitar el sueño durante un largo tiempo.

    El transitar, por el camino de la educación de nuestros hijos resulta tedioso pero en ese transitar experimentamos la practica versus la realidad con una brecha tan débil que suele romperse para dar paso a los usos comunes que carecen de lógica. Dejándonos llevar por el saber popular más que por la razón.

     Ahora bien, para añadir un condimento a esto de ser madre hay que poner en escena a la madre ecuatoriana, de cuyo ejercicio de sus habilidades y facultades maternales depende de estas practicas comunes y escasas de sentido, como ejemplo dejar llorar al bebé hasta que se canse o las constantes descalificaciones a la madre primeriza cuando los demás afirman que no hace lo correcto. 

    Por ello, este artículo se titula una mamá ecuatoriana en apuros para enumerar esos monstruos dañinos que disfrazamos de cualquier cosa para justificar este sin sentido:

1. Critica destructiva:
    Utilizamos nuestra libertad de expresión para emitir comentarios o criticas destructivas con cero aportaciones o fundamentos. Las madres primerizas deben enfrentarse a esto a diario por el simplemente hecho de estrenarse como mamás. 

2. Violencia de genero. 
    La violencia en nuestro país no es nada nuevo y la ejercida contra las madres se normaliza. Decirle a una mujer durante el parto cosas como:  señora no se queje que le duele "porque cuando abrió las piernas no le dolió" o "que pena señora ha tenido una niña y las niñas son medio dignas", eso también es violencia y se llama violencia obstétrica, hay que visibilizarla y erradicarla.

3. El acoso en los medios y en la calle.
    Con una complicidad tan perfecta entre los medios de comunicación y la sociedad para dar el mensaje de que las mujeres son cosas. Desde nuestro nacimiento junto a la partida de nacimiento  una condena perpetua no revisable de quehaceres domésticos sin derecho a cansancio. 
La gran hazaña de salir a la calle día a día, salir a la calle o que tus hijas adolescentes salgan a estudiar o trabajar el mero hecho de salir es un peligro.

4. Lo caro que resulta la educación.
    Un problema compartido con el resto de la humanidad,  todavía no nos cabe en la cabeza que la educación debe ser gratuita y de buena calidad. Que un niño es discriminado que no se alimenta bien, que no puede comprarse útiles escolares o uniforme para poder estudiar es un ser humano que no puede expresar su máxima capacidad.

5. Admitir y normalizar los malos actos.
    Ver todos los días lo mismo y a la misma hora nos hace normalizar situaciones tolerando lo que no es correcto y sabiendas continuamos fabricando a Don Juanes altaneros e ignorantes. 
Mirar hacia otro lado cuando hay niños viviendo en las calles a base de pegamento o drogas, presas de todos los abusos imaginables nos convierte en cómplices. 


    A mi yo de hace 15 años le diría, calma que esos monstruos se los puede combatir y que más grande es tu fortaleza interior y que todo está cambiando y ya nadie nos para.

Suerte mamà!!!