lunes, 5 de febrero de 2024

¿Sentirte triste después del parto?

     Cuando somos madres pensamos que muchas cosas son normales y la mayoría de veces no contamos lo que sentimos por vergüenza o para evitar comentar comentarios crueles tipo "no seas floja, eso le pasa a todas las mujeres, yo he crido a 4 hijos sola", a pesar, de toda la tecnología y los avances actuales poco o nada a cambiado la concepción de la maternidad. 

    La maternidad es un período critico y emocionante, nos han  inculcado que es maravilloso y un don pero no nos han dicho que nos embarcamos en un carrusel de emociones y menos del agotamiento físico y psicológico a solas. 

       No es normal sentirse triste y que tu estado de ánimo se vaya a pique después del parto, hablar de estrés postraumático posparto es complicado porque es mucho más fácil asociar este trastorno  a personas que han estado en la guerra o en una catástrofe, pero, existen muchas madres que lo padecen y una gran mayoría lo hace en silencio y sin tratamiento.

   La primero es identifica los síntomas, en este punto hay que hacer un añadido importante, si bien es cierto la madre es quien mejor sabe como se siente, el entorno (pareja, madres, padres,  familiares y amigos), pueden encontrarse con señales que indican que las cosas cosas no marchan bien, el poyo y la detección oportuna contribuyen positivamente en la recuperación de la madre que sufren depresión posparto. 

     Las señales de atención pueden manifestarse como: 

-Alteración del sueño: dificultad para conciliar el sueño, insomnio, hipersomnia, sueños angustiosos y repetitivos.

- Recuerdos angustiosos, sintiendo angustia que no puede evitar.

-Tristeza, falta de energía malestar que no deben confundirse con los habituales que se presentan durante la maternidad o la lactancia.

-Disminución del contacto social y desinterés en el cuidado personal.

-Dificultad para concentrarse.

-Deterioro de la relación de pareja y disminución de contacto sexual.

-Tristeza y sentimiento de no poder volver a ser la misma.

      Estos síntomas pueden manifestarse al mismo tiempo pudiendo afectar directamente a la vida personal, laboral y social de la madre. En casos graves  ocasionan pérdida de empleo, ruptura sentimental y pueden suponer un riesgo para la seguridad del bebé y de la  madre.

     No hay que esperar, si piensas que estás pasando por eso o conoces a alguien que pudiera manifestar estos síntomas ¡No esperes!. Acude a un profesional para obtener respuesta, atención y los cuidados que necesites.

jueves, 1 de febrero de 2024

Plagiocefalia de mi bebé

 Experiencia de una madre ecuatoriana con un bebé con plagiocefalia

    En cuando mi hijo nació me percaté que tenía la cabeza muy hinchada especialmente del lado izquierdo pero los médicos me dijeron que era normal y en unos días bajaría la hinchazón. Para mi era mi segundo hijo y honestamente no recordaba que a la primera le pasara lo mismo pero lo cierto es que yo no tengo una talla muy grande y mi hijo pesaba 4 kilos y 54 cm, entonces siempre pensé que le hizo falta espacio al pobre.

    Al pasar las semanas noté que su cabeza no estaba del todo simétrica, que el lado izquierdo era más pronunciado que el derecho, ya si hinchazón. Confieso que me obsesioné mucho con el tema porque estaba acompañado de brazo y pierna izquierda arqueada, ahora pienso que esa era su posición en mi vientre.  Acudí al pediatra una semana antes de que cumpliera 2 meses, le comenté mis miedos y me respondió que se trata de una plagiocefalia postural y que no me preocupe, que le acueste sobre el lado izquierdo para que el derecho crezca. Hice lo que me dijo tan cual. 

    Al siguiente mes regresé al médico porque le costaba girar la cabeza, no hacía los movimientos normales y parecía que cuando intentaba elevar su cabeza o girar se inclinaba hacia el lado izquierdo.

    El pediatra me dijo que tenía una plagiocefalia leve y que lo que notaba es que había avanzado porque ahora tenía la parte de atrás de la cabeza plana y me recomendó un cojín con un agujero en el medio especial para plagiocefalia que me costó cerca de los 100 euros en el 2013.  

    El padre de mi hijo es fisioterapeuta, ya habíamos comenzado con los ejercicios para la tortícolis y decidimos que me enseñaría un plan de ejercicios de estiramientos para relajar tanto la zona de cervicales como para mejorar la flexibilidad de las suturas corregidas y deformidades craneales. Ahora lo escribo pero soy de letras y cuando lo escuché me sonó como poco a que me estaba hablando en Chino.


    Al principio hacía los estiramientos una vez al día después de la ducha pero al cuarto mes seguía igual y el pediatra dijo algo como bueno si hasta el año continúa igual ya nos planteamos lo del casco. Ese fue mi clic, para decir tengo 9 meses para que mi hijo avance de alguna manera. 

    Hicimos una rutina de estiramientos y masajes 3 veces al día para relajar y estirar que las hacía yo misma en casa por las mañanas, al medio día y en la tarde después del baño. En la noche su padre hacía el trabajo más difícil porque algunos músculos de la cara le dolían, sin contar que los estiramientos para las cervicales eran a base de llantos y llantos.  

    Lloramos mucho ante mi hijo como yo porque los bebés se quejan pero cuando la tortícolis pasa vez que poco a poco llora menos y luego se terminó acostumbrando a los masajes y los estiramientos. Lo bueno es que cada vez interactúan más y hacen más cosas, entonces puedes practicar otro tipo de actividades. 

    Por mi experiencia, pienso que no hay que esperar para acudir al fisioterapeuta para tratar la plagiocefalia y no por una cuestión de tener una cabeza redondita sino porque suele estar acompañada de tortícolis y eso les resulta doloroso sin contar de otras cosas que puedan afectarle por no tratarse a tiempo. Recomiendo hacer los ejercicios en casa, con suavidad poco a poco, preguntar al fisioterapeuta la mejor manera de realizarlos porque ir al fisioterapeuta 1 o 2 veces por semana en mi opinión no es suficiente.  Dedica tiempo a investigar sobre un buen porteo y sobre los cojines especial para la plagiocefalia porque lo necesitarás desde el inicio. 

   Al año, su cabeza no era del todo perfecta pero se notaba la redondez, los cambios fueron lentos, su brazo y pierna izquierdas también estaban rectas al año. Puedo decir que los ejercicios y estiramientos no los realicé hasta el año, en cuánto se sentó comenzamos a disminuirlo todo. Hoy mi hijo tiene 10 años y tiene un cabezón redondo como una pelota de billar, que me libré del casco y que ánimos que todo va a salir bien con tu pequeña o pequeño.  

lunes, 12 de febrero de 2018

Antes de ser mamá.


    Evidentemente, todas las mamás ecuatorianas hemos sido hijas y hemos sido jóvenes, aunque muchas veces nuestras hijas e hijos piensen que nos trajo la Pinta, lNiña y la Santa María. 
A estas alturas, de la leva del 80, delante de mis  hijos de 4 y 7 años , muchas veces me toman como venida del paleolítico o que de mascota tenía un dinosaurio, acompañado de las risas cuando les digo: 
 !!!!cuando yo era pequeña no tenia tablet y no me aburría!!!!.

    Ubicadas en el tiempo, recordemos un poco de cuando éramos pequeñas, en mi caso soñaba con ver Los Picapiedra, pero muy pocas veces pude verlo porque a esa misma hora estaban las noticias. En aquella época, odiaba los noticieros y con el tiempo se volvieron más laxos, conseguí ver  "Mis adorables entenados" ,  "Simpson", digamos que mi vida  fue un poco mas divertida los fines de semana a partir de eso. 

    Hemos crecido viendo el Chavo del 8, Tico-Tico, Mazinger (ese era hermano), crecimos con bastante libertad y no existía mucho sentido del peligro. Jugábamos carnaval como si fuera el último día de nuestras vidas y realmente era todo a lo grande. Sin olvidarme de todas las artimañas para ir con el  Año Viejo a cuestas pidiendo "caridad para el viejo" a los vecinos y comerciantes de nuestro barrio. 

    Que contrastes tuvimos la oportunidad de vivir, pensábamos que estábamos ajenos a los problemas, vivíamos en barrios populares y todos éramos iguales viviendo las mismas carencias y construyendo nuestros recuerdos felices dentro la  adversidad. Montar en bicicleta, jugar a la rayuela o 
en la calle sin asfaltar descalzos era la mejor diversión, a pesar de  que muchos años después descubrí que vivía en un barrio considerado como uno de los más peligrosos de Guayaquil y que es muy fácil amar la tierra a pesar de que muchas veces esa tierra te haya maltratado duramente.

    Tampoco éramos conscientes que la escuela no era precisamente un remanso de paz donde encontrábamos protección, e igualdad porque la realidad que vivimos que vivir muchos en los ochentas es que a todos nos esperaba esa profesora armada de látigo de cuero y una regla para utilizarla sin discriminación y sin que nadie se interpusiera en su camino, el verdugo disfrazado de educación que a día de hoy todavía no me explico como esa educación basada en "la letra con sangre entra" fue la base de la educación durante décadas y aún hay gente que aún la añora. 

    Hoy conozco que el maltrato físico y psicológico afecta el desarrollo cognitivo infantil provocando déficits en el aprendizaje y que existen estudios que contradicen este tipo de prácticas, información que los activistas del castigo físico deberían leerse.  

    Recapitulando lo dicho,  fuimos hijas, construimos nuestros recuerdos felices, hicimos amigas y amigos, vivimos y crecimos valorando muchas cosas y sabiendo  que el mayor regalo es tejer recuerdos felices para la infancia.  

    Fabriquemos recuerdos valiosos para nuestros pequeños que serán su verdadero tesoro.




jueves, 8 de febrero de 2018

Propósitos de una mama Ecuatoriana en 2018

Comienza el 2018 y estamos llenas de energía. Seguramente hemos pasado unas fiestas maravillosas con nuestras familias.  Por supuesto, como todo año nuevo nos trazamos proyectos y comienza nuestra maquinaria de planificación para lo que deseamos realizar este 2018.

Lo cierto es, que la gran parte de nuestros proyectos se realizan en familia, como por ejemplo hacer un viaje o mejorar el nivel de ingles o matemáticas de nuestros hijos.

Hace unos días me dijo una gran amiga que deseaba tener mas trabajo, ella es profesora de clases particulares de refuerzo escolar. Hice una pausa para pensar en nosotras y el tiempo que llevamos  haciendo malabares para compaginar hijos y proyectos profesionales o personales.

Nos pondremos en marcha ya que en un abrir de ojos hemos pasado de largo enero y se comienza a masticar que este 2018 sera fugaz e intenso. Nunca es tarde para volver a estudiar o perfeccionarnos en lo que hacemos, puede ser el 2018 la mejor oportunidad para nosotras. Pero lo que me gustaría desear para las madres es un poco de tiempo y de espacio para concretar nuestros proyectos. Buena continuación!!!!

viernes, 19 de enero de 2018

Una mama ecuatoriana en apuros


    Ser una madre experimentada requiere mucho tiempo y dedicación. Pero también,  de innumerables ensayos, pruebas  y errores que pueden ser insignificantes para el común de los mortales, para nosotras nos pueden quitar el sueño durante un largo tiempo.

    El transitar, por el camino de la educación de nuestros hijos resulta tedioso pero en ese transitar experimentamos la practica versus la realidad con una brecha tan débil que suele romperse para dar paso a los usos comunes que carecen de lógica. Dejándonos llevar por el saber popular más que por la razón.

     Ahora bien, para añadir un condimento a esto de ser madre hay que poner en escena a la madre ecuatoriana, de cuyo ejercicio de sus habilidades y facultades maternales depende de estas practicas comunes y escasas de sentido, como ejemplo dejar llorar al bebé hasta que se canse o las constantes descalificaciones a la madre primeriza cuando los demás afirman que no hace lo correcto. 

    Por ello, este artículo se titula una mamá ecuatoriana en apuros para enumerar esos monstruos dañinos que disfrazamos de cualquier cosa para justificar este sin sentido:

1. Critica destructiva:
    Utilizamos nuestra libertad de expresión para emitir comentarios o criticas destructivas con cero aportaciones o fundamentos. Las madres primerizas deben enfrentarse a esto a diario por el simplemente hecho de estrenarse como mamás. 

2. Violencia de genero. 
    La violencia en nuestro país no es nada nuevo y la ejercida contra las madres se normaliza. Decirle a una mujer durante el parto cosas como:  señora no se queje que le duele "porque cuando abrió las piernas no le dolió" o "que pena señora ha tenido una niña y las niñas son medio dignas", eso también es violencia y se llama violencia obstétrica, hay que visibilizarla y erradicarla.

3. El acoso en los medios y en la calle.
    Con una complicidad tan perfecta entre los medios de comunicación y la sociedad para dar el mensaje de que las mujeres son cosas. Desde nuestro nacimiento junto a la partida de nacimiento  una condena perpetua no revisable de quehaceres domésticos sin derecho a cansancio. 
La gran hazaña de salir a la calle día a día, salir a la calle o que tus hijas adolescentes salgan a estudiar o trabajar el mero hecho de salir es un peligro.

4. Lo caro que resulta la educación.
    Un problema compartido con el resto de la humanidad,  todavía no nos cabe en la cabeza que la educación debe ser gratuita y de buena calidad. Que un niño es discriminado que no se alimenta bien, que no puede comprarse útiles escolares o uniforme para poder estudiar es un ser humano que no puede expresar su máxima capacidad.

5. Admitir y normalizar los malos actos.
    Ver todos los días lo mismo y a la misma hora nos hace normalizar situaciones tolerando lo que no es correcto y sabiendas continuamos fabricando a Don Juanes altaneros e ignorantes. 
Mirar hacia otro lado cuando hay niños viviendo en las calles a base de pegamento o drogas, presas de todos los abusos imaginables nos convierte en cómplices. 


    A mi yo de hace 15 años le diría, calma que esos monstruos se los puede combatir y que más grande es tu fortaleza interior y que todo está cambiando y ya nadie nos para.

Suerte mamà!!!


martes, 23 de mayo de 2017

La 18, la 6x3 o el barrio de tolerancia?


    Todo el que vive en Guayaquil ha escuchado alguna vez sobre la famosa calle 18, que muchos llaman la 6x3 o el barrio de tolerancia. Para, aquellos que no la conozcan debo decirles que se trata de una calle con mucha popularidad, pues se trata del barrio de tolerancia más antiguo de la ciudad de Guayaquil.

    La 18, se instaló en esa particular zona ubicada en la calle 18 y Salinas, porque antiguamente la ciudad de Guayaquil no era tan grande como lo es hoy y la calle 18 se encontraba prácticamente a las afueras de la ciudad.

    Hoy en día, la ciudad de Guayaquil ha crecido aceleradamente y la calle 18 se encuentra a tan sol 10 minutos del centro urbano.  

    Guayaquil es una ciudad en constante crecimiento y con personas muy trabajadoras, pero es indispensable dedicar un tiempo para reflexionar sobre lo que ocurre en este famoso barrio.

    La calle 18,  se convierte los fines de semana en un mercado de carne humana (mujeres), donde asisten cientos de hombres celebrando una gran fiesta. Una celebración a la impunidad y al derecho de pagar sexo con las mujeres que deseen, puedo violar porque puedo pagar. Todo ello, a vista y con la autorización de las autoridades y vecinos. 

    La calle 18, es un lugar donde se vende sexo, tan normalizado que poco nos importa lo que ocurre dentro. La máxima preocupación que existe es " cuidado y confundan a nuestras hijas con trabajadoras de la 18 " y "mejor coger el bus unas cuadras mas adelante así simulamos que no pasa nada".

    Pero la realidad dentro de ese pequeño pueblo sin ley existen una gran mayoría de mujeres  sin ninguna protección legal, ni mucho menos social. Aunque seamos muy puritanos y queramos creer que son mujeres que buscan dinero fácil, deberíamos cuestionarnos que garantías hemos tejido para nuestras mujeres que tengan que plantearse la prostitución como medio de vida. Cuantas historias existen dentro de mujeres ejerciendo la prostitución para sacar a sus hijos adelantes (porque al padre decidió que no sería responsable de su hijo), mujeres llevadas por sus propias parejas que la excusa de que ellas deben trabajar y que otra cosa pueden hacer si no saben hacer nada, o las menores de edad que se esconden bajo una cédula falsa llevadas con engaños y que jamás pudieron salir.  

    Quien suscribe este pequeño articulo pasa muchas horas pensando e interrogándose sobre:  ¿Acaso hay menores dentro en contra de su voluntad o con promesas falsas?. ¿Existen mujeres que entraron pero nunca tuvieron la oportunidad de salir?. ¿Cuántas han desaparecido y a nadie le importó?.  

    Todas esas dudas no tienen importancia, hablamos de prostitutas, eso es lo que piensa la mayoría y lo que mas me inquieta. En esa hipocresía: 
Mejor ponemos un muro para tapar estas inmoralidades, mejor no verlas o mejor que se vayan fuera.. 
Mejor no coger el bus en la 18 porque puedan pensar que eres una prostituta,......
Mejor aun, que la policía las meta presa como delincuentes........
Mejor que exista porque así se evitan las violaciones.....

    Ese "mejor", lo llevo escuchando años y me cuesta creer que sea parte de nuestra idiosincrasia.

    La hipocresía de esta sociedad machista es capaz de ofrecer a una mujer "la prostitución como opción y  medio de supervivencia", para convertirlas en carne en lugar de personas.

    Pero es mucho mas triste que sean los dueños de estos locales unos "mecenas" para estas chicas,   que pregonan legalidad y papeles en regla y que sus chicas tienen todos lo papeles sanitarios o la solidaridad de los hombres que acuden para que la chica trabaje y se gane su dinerito.

    Las ideas de que dinero fácil son absurdas, la desesperación, la falta de oportunidades es la leña que enciende este fuego porque nadie llega a ese punto sin antes ser golpeada por la vida. Entonces, ya que el árbol esta caído hagamos todos leña, lo más parecido al síndrome de la ventana rota, que si una niña o una mujer está en desventaja, sin familia ni recursos la llevamos allí para que esos hombres samaritanos les ayuden. 
    Mejor que trabajen en la 18 y así nuestros hombres están contentos y no violan, otra mentira que muchos abanderan como verdad, cuando sabemos perfectamente que Guayaquil tiene un índice elevado a nivel nacional.
  
    Ojala dedicáramos un minuto,  quizás ese minuto que ocupas cuando juegas a Candy Crash para cuestionarnos:  Qué, quizás esas mujeres que están en la 18 están pasando dificultades y nosotros miramos a un lado. Qué, quizás esos buenos samaritanos que les alquilan la habitación no son tan buen como pensamos. Qué, quizás esos clientes deberían tener un apelativo. Qué, quizás estos hombres son el problema y por eso necesitan pagar por sexo. Qué, quizás se le podría ocurrir a las autoridades multar a los consumidores de sexo o quienes abren este tipo de locales. Qué, quizás ofreciendo más oportunidades a las mujeres esto no sería una opción. Que quizás, nuestros hijos se merecen tener  una educación sin misoginia para ser libres y para dejar ser libre.
 

miércoles, 1 de marzo de 2017

¿Las mamás ecuatorianas podemos o debemos opinar de política?


Las mamás podemos o debemos opinar de política?

    La política no es un tabú pero se convierte en ello cuando no somos capaces de mantener un dialogo sin ofender a las personas. La política de nuestro país están dejando una huella negativa en la memoria de nuestras y nuestros jóvenes,  estamos haciendo de la democracia la excusa perfecta para los descalificativos y los malos comportamientos.
    Calificamos como mejor contrincante político a la persona que es capaz de gritar y de insultar sin contemplaciones, como si fuese una vía de comunicación y de expresión válida, hemos permitido que la violencia se instale en nuestra forma de expresarnos y de relacionarnos con los demás, sin mencionar otras esferas. 
    Sin duda en las próximas elecciones tendremos un ganador, pero,  como siempre seremos tod@s perdedor@s porque la lección  aún no la hemos aprendido y continuamos normalizando la agresividad, la mentira y la violencia. 
    Las mamás no sólo que podemos opinar de política sino que también debemos hacerlo y participar siempre, somos el soporte de nuestros hogares y de la economía ecuatoriana, en los momentos de crisis somos las primeras en la línea de batalla, en  período electoral estamos en la boca de todos los políticos pero nunca con proyectos reales ni concretos que impulsen nuestro desarrollo personal, profesional y laboral.
    Como mamá en tiempos de elecciones cabe expresar que la voluntad política tiene que dirigir su mirada a las mujeres y las madres que con su trabajo han fortalecido y siguen fortaleciendo nuestro país.