Cuando somos madres pensamos que muchas cosas son normales y la mayoría de veces no contamos lo que sentimos por vergüenza o para evitar comentar comentarios crueles tipo "no seas floja, eso le pasa a todas las mujeres, yo he crido a 4 hijos sola", a pesar, de toda la tecnología y los avances actuales poco o nada a cambiado la concepción de la maternidad.
La maternidad es un período critico y emocionante, nos han inculcado que es maravilloso y un don pero no nos han dicho que nos embarcamos en un carrusel de emociones y menos del agotamiento físico y psicológico a solas.
No es normal sentirse triste y que tu estado de ánimo se vaya a pique después del parto, hablar de estrés postraumático posparto es complicado porque es mucho más fácil asociar este trastorno a personas que han estado en la guerra o en una catástrofe, pero, existen muchas madres que lo padecen y una gran mayoría lo hace en silencio y sin tratamiento.
La primero es identifica los síntomas, en este punto hay que hacer un añadido importante, si bien es cierto la madre es quien mejor sabe como se siente, el entorno (pareja, madres, padres, familiares y amigos), pueden encontrarse con señales que indican que las cosas cosas no marchan bien, el poyo y la detección oportuna contribuyen positivamente en la recuperación de la madre que sufren depresión posparto.
Las señales de atención pueden manifestarse como:
-Alteración del sueño: dificultad para conciliar el sueño, insomnio, hipersomnia, sueños angustiosos y repetitivos.
- Recuerdos angustiosos, sintiendo angustia que no puede evitar.
-Tristeza, falta de energía malestar que no deben confundirse con los habituales que se presentan durante la maternidad o la lactancia.
-Disminución del contacto social y desinterés en el cuidado personal.
-Dificultad para concentrarse.
-Deterioro de la relación de pareja y disminución de contacto sexual.
-Tristeza y sentimiento de no poder volver a ser la misma.
Estos síntomas pueden manifestarse al mismo tiempo pudiendo afectar directamente a la vida personal, laboral y social de la madre. En casos graves ocasionan pérdida de empleo, ruptura sentimental y pueden suponer un riesgo para la seguridad del bebé y de la madre.
No hay que esperar, si piensas que estás pasando por eso o conoces a alguien que pudiera manifestar estos síntomas ¡No esperes!. Acude a un profesional para obtener respuesta, atención y los cuidados que necesites.